martes, 20 de abril de 2010

Más sobre Diego


Max Weber define una serie de líderes. Dentro de esos modelos, brilla su definicion de líder carismático: surge un magnetismo propio de lo excepcional, que irradia quién parece manejar algo que sólo él, mientras los demás miramos azorados. Ese enigma insoluble -¿cómo hizo?- lo consagra. Hay un rasgo, sin embargo, crucial y riesgoso para tal tipo de líder. El carisma requiere de una periódica reactualización; necesita sacar, de tanto en tanto, miles de peces de la galera. Un problema se suscita cuando tal tipo de líder es llevado por las circunstancias -o por su propia impericia- a verse expuesto más de la cuenta en tal escenario. Tal vez ésta sea la cuestión más acuciante que se le presenta a Diego hoy: DAM DT es, a mí entender, una especie de líder carismático a quien le toca cada vez más seguido dar cuenta de su capacidad para gambetear la adversidad más absoluta. Desde hace un tiempo venía siendo, como decía Matías (Martin), una estampita al borde del campo de juego, un Jesucristo Superstar que entraba al vestuario en el momento menos pensado, en el momento exacto, y su voz se volvía dorada e inolvidable y luego reaparecía como por arte de magia en la elevada platea. Mágico y misterioso inflador anímico. Pero las cosas son ya distintas, y Diego es el DT. En cada entrenamiento, en cada charla técnica, debe reivindicar ese carisma que lo depositó justo donde está, y tal vez sea demasiado. El carisma puede disiparse así junto con la hipnótica confianza del grupo. Como decía el general, incluso cuando DIOS bajó a la Tierra, no ha faltado algún tonto dispuesto a faltarle el respeto. Y ya sabemos cómo terminó aquello.


De: Patricio Foglia en Correo de Lectores. Revista "Un Caño", Abril 2010 #24

martes, 13 de abril de 2010

El regreso del Futbol



Cappa vuelve a la Argentina y es noticia. Lo espera un River con muchas urgencias y necesidades pero también con un potencial enorme desde la magnitud y el prestigio. Volverá a encontrarse con ese cruento periodismo que no perderá oportunidad en denostarlo y que intentará fogonear al hincha Riverplatense antes los primeros traspiés.
Va a doler y mucho verlo en el banco de enfrente y hasta nos causará gracia ver como mucha gente comenzará a descubrirlo.
Como Quemero me queda el orgullo de haberlo tenido como técnico.
Como socio el dolor de no haber podido elegir entre todos una dirigencia a la altura de la circunstancias.
Como hincha la revelación (una vez mas) de que un (uno solo, eh?) buen campeonato en Huracan alcanza y sobra para poner un técnico en uno de los 2 equipos mas importantes de la Argentina y 4 jugadores en la Selección lo que demuestra lo que aun hoy es Huracan en el mundo del fútbol mas allá de todo lo que nos quieran hacer creer.
Como amante del fútbol, que el señor Cappa vuelva a dirigir es una excelente noticia para seguir disfrutando de este maravillo deporte.
El mejor de los deseos para Ángel en este nuevo desafío. Y, por las dudas, por Colonia al fondo siempre habrá una casa dispuesta a recibirlo.